Que tal!
Estoy emocionada! ya mañana procederemos al intercamio Mayrita y yo!! :D Al fin tengo ya todo listo, mañana les muestro el paquete ya envuelto :D
Me encontre en una revista Sólo de Samborns, una historia linda, e ingeniosa de los puntos de tejer a dos agujas. Les pongo el primer capítulo porque esta un poco larguita, y en días posteriores les pongo la siguiente parte.
El Punto de Tejer
Por Nazaret Estrada
Era la fría tarde de otoño y la familia Tejeteje conversaba al calor del hogar. Todos estaban muy emocionados porque dentro de unos días serían los 15 años de la Princesa y lo mejor de la sociedad estaría allí.
Los hermanos Musgo y Arroz se sentían muy orgullosos de sí mismos, pues creían que eran los mejores puntos de tejido.
- Somos la base del tejido- presumían-. Yo doy brincos siempre al derecho. Conmigo las damas pueden crear las más hermosas prendas aunque sólo sean unas principiantes- decía Musgo.
-Lo mismo sucede conmigo- aseguraba Arroz, mientras daba un brinco al derecho y otro al revés, otro al revés y otro al derecho.
-¿Y yo? Soy el más divertido de todos los puntos- decía Resorte Doble, el hermano mayor-, mientras daba dos vueltas al derecho, dos al revés, dos al derecho y dos al revés sin cansarse nunca. ¿Qué harían sin mí las mujeres? Puedo darle vida a los tejidos gruesos elaborados con estambres más hermosos.
Sólo Jersey, el menor de todos, guardaba silencio. Sus hermanos lo veían como el más insignificante.
-Tú no sirves para nada- le decía Musgo. -Sólo das vueltas para adelante y otra para atrás- señalaba Arroz-. Eres una combinación de todos nosotros y de ninguno al mismo tiempo; sería mejor que te definieras.
Don Estambre y Doña Agujas hinchaban el pecho de orgullosos: -Qué hijos tan importantes hemos dado al mundo. Gracias a nosotros la gente puede vestir, estar protegida del frío y ser muy elegantes- decían.Y antes de que sus hijos comenzaran a pelear, don Estambre en tono severo afirmó: -Es hora de dormir. Mañana veremos quién de todos ustedes es el mejor y embellece a Princesa.
En el salón de trabajo, que estaba situado al fondo del castillo y cuya característica principal era su gran ventanal que iluminaba y daba vida a la habitación, se había reunido lo más alto de la Sociedad de las Manualidades: en primer lugar se encontraba la orgullosa familia Croché, siempre tan soberbia y egoísta creyéndose únicos y originales, mirando siempre de arriba a abajo a sus parientes los Tejeteje. La familia Bordados, contando siempre las maravillas que hacen todos sus hijos puntos, sus primos hilos y hasta sus sobrinas las agujas. La familia Costura por su parte, había tenido el atrevimiento de llevas a sus antecesores el Uso y la Rueca únicamente por presumir. Allí también estaban las Tres Hilanderas, una con un pie grande; otra con su enorme boca y la tercera con sus dedos deformes, no dejaban de hablar no coquetear con los Sastres Tramposos, que hacen trajes invisibles a emperadores tontos.
Los puntos, las agujas, los estambres, los hilos, los botones y hasta los bastidores hablaban a gritos, se atropellaban, se carcajeaban, jugaban, corrían por toda la estancia y se peleaban por ver quién era el mejor. Cuando las Costureras, las Hilanderas, las Bordadoras, los Sastres y las Tejedoras entraron al salón, todos guardaron silencio sólo esperando órdenes para empezar a crear.
Heeeeeee hasta allí las dejo! mañana les paso la segunda parte :P
Saluditos a todas y besitos, byee