Segunda parte "El punto de tejer"

Que tal chicas!

Les dejo la segunda parte de la historia "El punto de tejer" de Nazaret Estrada

   Después de arduos días de trabajo estaba todo listo. Los vestidos de las damas confeccionados con las mejores telas, adornados con bordados en oro y diamantes. Los manteles hechos con los mejores puntos de corché que presumían sus orígenes medievales. Los trajes también tenían lo suyo. Hechos con las telas más caras y las puntadas más elaboradas. Los Tejeteje habían dado vida a finísimas bolsas que guardarían 15 monedas de oro para recordar siempre a Princesa. Todos se sentían orgullosos y contentos y no hablaban más que del momento que Princesa entrada a la habitación y viera todo lo que para ella habían preparado.

Princesa era una joven bella y sencilla de corazón. Se había enamorado de todo lo que le habían preparado para festejar su fiesta. De todo... menos del vestido. Como que algo estaba de más... tal vez tenía demasiados adornos o quizá eran los bordados tan elaborados o simplemente el vestido era demasiado ostentoso. Miles de dedos al momento quisieron remediar la situación, pero todo fue en vano. Había algo que no convencía a Princesa. 

   Pasaban los días y corrían las noches t el resultado siempre era el mismo. Al fin a alguien se le ocurrió que cada manualidad fuera por turnos. Primero los Croché, luego los Bordados, después la Costura... y aunque Princesa siempre daba gracias, en el fondo no estaba convencida.

   Por fin, le tocó el turno a la familia Tejeteje. Esto había sido motivo de peleas y disgustos entre todos, Jersey había quedado en último lugar. Y éste que era un tanto tímido y amigo del silencio, sólo hacia lo que le correspondía: dar una vuelta al derecho y otra al revés. Después de todo era algo que le gustaba mucho y lo hacía sentir bien; "Soy lo que soy y me gusta ser quien soy", pensaba mientras saltaba.

   Cuando Princesa vio el vestido, quedó muy satisfecha. Era realmente hermoso, no obstante, pensaba que sobraba algo... Aunque el tejido era perfecto pidió a las Tejedoras que hicieran otro intento. Entonces entre ellas, salió una viejecita harapienta, que con un rebozo tapaba su cabeza y su rosto y a quien todos sorprendió por lo humilde de sus vestidos y porque nadie la había visto jamás. Con una voz apagada dijo que ella podía tener el vestido que realmente le gustara a Princesa. Las Tejedoras rieron con burla y desprecio, pero Princesa sintió una enorme confianza y le dio una oportunidad, pero le dijo que sólo tenía una noche para hacerlo. La mujer le dijo entonces que todo estaría listo. Y a pesar del enojo de todos los demás, en el salón solo quedaron los Tejeteje y la desconocida. Al día siguiente, muy temprano, Princesa entró al salón de trabajo para ver su nuevo vestido.

- Princesa, mi nombre es Sencillez y éste es el vestido que he tejido para ti - dijo la anciana mientras se descubría el rostro que estaba lleno de luz.

   El vestido estaba hecho con estambre de maíz de color rosa matizado con lila y tejido únicamente en punto jersey. Princesa quedó encantada.

- Es exactamente lo que buscaba. Con este vestido puedo ser quien soy y mi belleza resalta sin necesidad de adornos de oro y plata.

Al oírla, Jersey sonrió satisfecho. "Soy lo que soy y me gusta ser quien soy. Un derecho y un revés, ¿quieres que te lo cuente otra vez?"

Espero que les haya gustado tanto como a mí. Les cuento que ayer hice el envío de mi regalito para Myrna al fín!, estoy muy entusiasmada, espero que le guste mucho mucho.

Saluditos a todas y gracias por pasar a visitarme ;D